Posts Tagged ‘soledad

20
Aug
13

palabra: consejo

(encuentre el juego si sabe jugar)

No sé cómo hacer para mantener a mi mente exactamente igual a lo anterior. Quedarme en ese punto en que podía oír tu voz y ver tu cara. No dejar que se borren esos recuerdos en lo más profundo de mí. Pero este instante es así, busco un consejo para llegar a ese fin de semana y no a estas noches sin sueño, noches de pesadilla y castigo para aquel que ya no tiene ideas.

Volver a ese abrazo que fue nuestra raíz, seguir este juego donde no escucho palabras, sólo ritmos que mandan y llenan a mi mente de principios para volver a comenzar. Volver a retomar el calor del momento donde mi cuerpo buscó a tu cintura, donde mi boca buscó calmar tus manos nerviosas. Sentir que las mismas ondas que había en vos llegaban a mí y decirte, sin palabras sino en una tropa de emociones, que si das amor eso es lo que vas a obtener. Explicarte que si estás acá no necesito nada. Todo es posible hasta salir a caballo a reclamarle el país a Alicia.

Pero por más que pida buenos tiempos, para cambiar esta suerte que puede hacer de un imagenesnotasmusicalesenblancoynegroparaimprimirbuen tipo, un hombre malo; por más que intente encontrar una puerta más, vos seguís del otro laddel océano, tan lejos mío como las culpas que nos distancian. No importa cuántos por favor usé para llamar a la Suerte. Voy a seguir doliendo la pena de esos cinco minutos que nunca nos tomamos para disfrutar de la piel, de tocarnos y disfrutar las imágenes que se dibujaban en nuestro inconsciente. Esas imágenes que hicieron que hoy no pueda sacarte de mi cabeza.


Y así, con el tiempo que no tiene respuesta, me demando estar acá. No importan las bienvenidas o las formas de partir, sólo confiar. Confiar que el deseo verdadero defina si quedándote o yéndote vas a ser una unidad. No queda otra más que creer que tu cuerpo y tu alma encontrarán ese
lugar que sólo nosotros conocemos. No queda más que creer en que ese lugar en tu almohada va a volver a ver tu luz. Quiero creer, quiero ver, quiero entrar. Quiero creer que vas a dejar de escaparte de tu sombra. Mientras tanto, que el ritmo me dé consejos. Y acá, mientras sigo en esta soledad, dejaré que las cosas sin vos no tengan demasiado sentido.

02
Jul
13

palabra: jaque

Entró al bar con la misma desesperación de siempre. Hablándose a sí mismo del reconocimiento de sus errores y gritándole al mozo por una medida de Legui con hielo. Recordó los cinco días que pasó borracho un año atrás, tirado en sillones ajenos y mojando su angustia en la derrota. Se había prometido no repetir esa fiesta de la lástima a la que había invitado a todos sus conocidos. Se recordó revoleando cosas contra la pared del jardín y golpeando muebles con todas sus extremidades.

“Por eso ya no entregamos el corazón” se dijo.how-to-draw-a-realistic-cup-splashed-drink_1_000000013724_3

“Por eso y porque no tenés a quien, a mi no me mientas” se respondió. Vació el vaso antes que el mozo lo saque de la bandeja y realizó el gesto que repetía el pedido..

“La soledad es un estado mental, podés tener lo que quieras igual”

“Lo que quieras, pero es el estado mental que menos tolerás”

Y se puso en jaque. No era mate, pero la posición lo complicaba. Se miró a los ojos a través de un ventanal sucio que daba a la calle.

“Otra derrota” murmuró “y cada vez se alejan más”

Pensó en el vaso vacío. Pensó en el corazón que ya no tenía, se lo habían llevado y ahora, él, ya no tenía nada, ni a sí mismo. “La vida te hace eso” pensó en voz alta “te saca y te da, te muestra, te amaga, te juega a la felicidad y te deja sólo”. Nadie iba a entender su lugar, nadie iba a entender su posición. Nadie le iba a preguntar.

Tomó el segundo Legui en segundos. Todavía sentía el perfume del último abrazo, respiró profundo. Buscó un cigarrillo en su bolsillo y tiró unos billetes sobre la mesa. El sol le dio de frente en los ojos, bajó la vista para prender el pucho. Levantó la vista cegado por el sol de las 7 am.

30
Jun
13

palabra: más

Ya no más perfumes rosados en las sábanas de mi cama.room

No más sonrisas robadas al tiempo, como criminales buscando un tesoro escondido.

Ya no más tratar de encontrar esa certeza en tu voz.

No más buscar flores amarillas alrededor de tus pupilas, siguiendo el movimiento de tus ojos que buscan dónde mirar.

Ya no más creer.

No más buen día. No más puertas que se abren, ventanas que sirven como excusas para nunca terminar de alejarse.

Ya no más sorprenderme cuando me encuentro en tu boca como en mi casa.

No más querer en voz alta.

Ya no más alas, ni ideas de volar.

Al menos, me quedó acá. Acá donde habitan tus recuerdos, pero no se materializan en nada. Acá, con más soledad, con todas las ganas de pensarte y en la incertidumbre de dónde vamos a estar ahora que ya no tenemos cuerpo.

07
Jun
13

palabra: años

1985calendar

Muchos años después me entero que mi abuela Chiqui y mi abuela Alicia se encontraron en la habitación de mi mamá. Yo tenía menos de 48hs de vida, mi abuela Alicia me acunaba despacio. Mi abuela Chiqui se acercó y le preguntó: “¿Podemos compartir este nieto?” y así me eligieron.

1990

Recuerdo la clasificación a la final de la copa del mundo. Me resulta raro pensarlo pero es nítido: Pupi me sube a caballito, él tendría 12 años y su espalda gorda estaba cubierta por una bandera de Argentina. A caballito vamos junto a tres o cuatro vecinos más hasta la esquina de Nazca y Avellaneda. A los gritos.

1998

Empiezo a fumar: jockey suaves cortos. Un amigo tenía el impulso de comprarlos para la madre y pedirlos naturalmente. Poco tiempo después, mis compañeros de la primaria me piden que les convide y se asustan. En poco tiempo mis viejos se enteran, la maestra nos da una clase sobre tabaquismo donde muchos dedos apuntan a mí. Aprendí a guardar cosas.

2001

Rompí una cuota de mi timidez. Empecé a llenar mi boca de besos, nombres y cuerpos.

2007

La correa de una cartera se apretó sobre mi voz, alguien la tironeó al llanto. La correa de una cartera partió mi alma al medio y se robó una parte para siempre.

2011

Dejé de consumir espejitos de colores en el mercado de ilusiones. Encontré a Alicia.

01
Jun
12

Palabra: pasto.

Viernes 11.19 hs. salgo del trabajo. Me calzo los auriculares al oído y empiezo a caminar por Gaona hasta casa. La última clase no estuvo buena, me hicieron enojar. Suena algo cerca de lo festivo en el reproductor y yo me voy en eso. Me voy y me pienso lejos. Ya está, empezó mi fin de semana y espero verde.

Me siento en el pasto, es mi lugar predilecto en este mundo. Un sol tibio pega entre las ramas sin hojas y me saco las zapatillas, dejo que las matas de verde se metan entre mis dedos. Mi cuerpo sigue en el cemento, mi mente ya está allá. Me despido del asfalto y respiro un nombre desconocido, allá todo es alegría. Me saco el sweter y recuesto la espalda en un árbol, acá enciendo un cigarrillo y miro uno de los relojes de Plaza Irlanda por costumbre. De golpe un perro viene a jugar, no tengo que decirle que no porque se sienta cuando está cerca, mueve la cola y se va. No quería jugar, quería hacerme compañía en su tiempo.

Bocinazo de memoria, siempre en la misma esquina con el encanto de una viejita que le sonríe al canillita, yo relojeo el título de algún diario y pienso en el almuerzo. Llega un perfume a humedad y pienso en que estar sólo me gusta y me incomoda, resulta tan sencillo como mirar otra vez a la izquierda cuando paso por la comisaría: tres policías se saludan con sonrisas y yo miro a mi dedo gordo, desnudo, con el borde de la uña lleno de tierra lo agito rápido de atrás hacia adelante.

Te pienso en dos dimensiones. Te pienso porque no puedo decir que existas, te pienso porque la reiteración hace a la elipsis de tu presencia. Te pienso en un perfume de hormonas que brota en tu sonrisa, como aquello que persiste en el silencio de cualquier circunstancia.

La música se corta abrupta. Suena el celular en su modo silencioso, el reproductor se suspende. Me sorprende una cosquilla en mis pies, atento a mi pie izquierdo me detengo. La pantalla dice que un número desconocido llama. En la irreconocible sensación siento que el cosquilleo sube de mis pies hacia mi cintura. Pienso si atiendo. Pienso si mi cuerpo miente sensaciones. La vibración del celular insiste. En un modo extraño tu cuerpo se corporiza junto al mío, sobre el paso. El llamado se corta. Te enredás a mi cuerpo en el pasto, en sensaciones.




PalabraBizarra

Si esto es ficción o realidad, ni yo lo sé con certeza.

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Palabra Bizarra

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