Posts Tagged ‘lluvia

28
Apr
14

palabra: podría

Podría decir que era una tarde de un muy otoñal abril, pero fue la semana pasada. En la lucha pie contra pie, salió el derecho Falling Leaves 03 by www.the-night-bird.deviantart.comconfiado con hacer crujir mejor las hojas secas de la calle. Podría decir que salí sabiendo que no a iba a encontrarte, pero era una mentira. En esa lucha de pies no te encontré en el camino, sino en rincones. Caminando la esquina que nos besó por primera vez lo entendí.

Podría decir que llovía y la nostalgia me empujaba a tu recuerdo instalado en las imágenes de mi memoria, pero no necesito ni la lluvia ni la nostalgia para volver a esa sonrisa. Las hojas crujían como tu voz y reviví el instante mismo en que mi mundo se detuvo debajo de un árbol, con una luz amarilla mezclándose entre las hojas y en un abrazo me regalaste la primera sonrisa.

Podría decir que la caminata terminó y entré a la ducha, pero sería una mentira. Esta caminata no termina, estas baldosas no dejan de moverse dibujando un camino hasta tu vereda. Y yo lo sigo, porque los caminos están para transitarlos y a cada paso logro escuchar la canción que dejaste en mi oído.

Podría decir que hago oídos sordos a las cosas que dejas día a día dentro mío, pero sencillamente no. Puedo dibujar las notas de nuestros acordes alineándose en un pentagrama, verlas conjugarse en una melodía, nuestra melodía, al mismo compás.

Podría decir que tanto caminar fue para descubrir, pero en realidad fue para encontrar. Encontrar tu lugar en mi piel, hundida dentro mío, plegada como papel de origami. Encontrar tus ojos en el reflejo de los míos en el espejo. Encontrar las palabras de nuestros acordes y verlas rimar. Encontrar esas palabras que dibujamos en el aire y verlas volar, mezcladas con las hojas, y aterrizar en vos.

22
Mar
14

palabra: saqueo

“Tenemos que robarle al mundo” le dije. Ella me miro con sus ojitos color caramelo media hora, “¿qué queres hacer, mi amor?” dijo.  Le mire la boca hablar, le mire los ojos respirar. “Quiero robarle al mundo. Quiero robar para vos” ella iba a decir algo, pero no la dejé. “Quiero que robemos las luces de los faroles de la costanera y las llevemos a la playa mientras esperamos que el sol salga. Quiero afanarme todas las canciones de todos los parlantes y soltarlas en la calle para que sea la pista mientras salimos a pasear”. A ella se le dibujaba una sonrisita dulce en la cara y yo pensé y dije: “Quiero llevarme todas tus sonrisas y tatuarmelas en la carne, del lado de adentro de la piel. Voy a tomar todas las palabras dulces que se dicen los amantes en la cama y las voy a esconder en el rulo de tu oreja”, le acomodé un mechoncito de pelo ondular atrás de la oreja. Y aclaré “tengo que robarme todas las estrellas del firmamento para ponerlas en un cielo para nosotros dos”. Miré mi cigarrillo que se consumía. “Y me falta una cosa, mi amor, robarme el tiempo de todos los relojes para dormirlo en mil siestas con con vos”. Ella puso su mano sobre la mía, “¿qué más?” murmuró. “Quiero llevarme la lluvia a nuestros caminos, para que en el agua nos encontremos, para que mojemos nuestros espíritus en el perfume de la tierra mojada. Quiero regalarte todos los primeros besos que se den en el mundo para que los nuestros nunca te cansen”.
“Y por qué queres hacer todo eso, gordo”. Le acaricié la mano, le miré la boca y acaricié sus labios con la mirada.
“Por lo que puede ser”.

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05
Mar
12

Palabra: Lluvia

Llueve en casa y cuando llueve en mi casa todo toma una tonalidad especial. La chapa del techo del patio grande hace que las gotas suenen y suenen sin parar, como si diluviara, sobre el pasillo que no está techado cae una catarata por una canaleta deformada, desde mi pieza veo a través de la ventana como toda la lluvia tiñe de grises la copa de jazmín paraguayo del jardín, en el ventiluz que da al patio chico las gotas compiten por llegar del vidrio más alto al de más abajo. Y yo pienso en vos. Pienso en como esta tarde te hablaría desde que empieza hasta que termina, en la forma en la que me gustaría dibujar tu sonrisa y pensar que tirados los dos en mi cama, jugando con los pies, sería un paisaje ideal.

Así y todo dejo de pensar en eso, me obligo. No pensarte como parte de mi vida, sino como una idea que coexiste en otros términos: cuando escribo, cuando sueño y pierdo el dominio de mi conciencia, cuando mis amigos me preguntan si hay novedades de vos y digo siempre lo mismo “Lo de siempre”.

Hoy voy a dejar una foto de mi ventana, debajo de la cual escribo esto y, como les ilustré mi cabeza, les ilustro eso. Una porción más de lo que son mis ideas, pero no tanto mi realidad. Mi realidad seguirá siendo mía, excepto que me pregunten por ella y los haga jugar a estos juegos míos de no saber.




PalabraBizarra

Si esto es ficción o realidad, ni yo lo sé con certeza.

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Palabra Bizarra

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